domingo, 3 de febrero de 2008

Intentad ser humanos antes que católicos romanos


Era difícil ser comunista en los 80. Mucho más tras la caída del muro. La derechona y la socialdemocracia, la nueva aristocracia democrática, les responsabilizaba de los desmanes estalinistas, de las persecuciones y vejaciones que la checa catalana infringió a los tronquistas y a los anarquistas, y, sobre todo, a la población barcelonesa en general.
Yo, que ideológicamente he sido y soy comunista, me asombro de la frescura con la que los cristianos se apartan de la cúpula de su iglesia, se inhiben a la hora de exigir responsabilidades por las atrocidades que su iglesia ha cometido y sigue cometiendo. Siguen creyendo que el mantenimiento de su régimen –la iglesia- es necesario, que es un mal menor porque hay muchos cristianos buenos. Pero esos cristianos buenos continúan pagando impuestos a su iglesia –la prefieren al estado-, acuden a misa y ayudan al mantenimiento de las parroquias, ayudan a que los curas vivan como curas.
Y, efectivamente, a mí me parece injusto. Porque yo no he donado un duro a favor de la URSS, mucho menos para favorecer a Stalín, ni para disculpar a la checa catalana. Al contrario, denuncié esas situaciones. Pero no me libre de la crítica descarnada de la derechona y de los pseudo socialistas, esa nobleza democrática que siempre ha sido tan ecuánime.
Comprended que comience a estar harto. Más que harto. Comprended que comience a culpar a todos los cristianos de las atrocidades de su iglesia, y a no reconocer como hechos de la iglesia los que realizan unos pocos cristianos por medio de una caridad que tampoco acabo de comprender. En la iglesia se vive un sistema feudal, medieval y talibán. Y vosotros, los cristianos, lo defendéis porque no os subleváis contra él; porque lo protegéis, y deseo que sintáis que sois responsables del dolor de mucha gente. Todos los cristianos que no os subleváis, que acudís a la iglesia, que besáis el anillo de vuestros obispos, estáis traicionando a vuestro dios, que nunca predicó la intransigencia ni contra la felicidad ajena.
Podéis seguir como borregos a vuestros pastores, pero no alcanzareis la vida eterna, sólo el reproche de vuestros congéneres.
Por lo demás ¿qué hacemos los apostatas, los ateos, los agnósticos, los políticamente incorrectos guardándoles tanto respeto y comprensión a quienes, hagamos lo que hagamos, nos tienen condenados al infierno?

10 comentarios:

Vanlat dijo...

¿Qué hacemos? Quizá respetar nuestros propios principios.

El huesped del Pimodán dijo...

Por eso, Vanlat, porque respeto mucho mis principios me quejo.

Mi queja, es cuestión de principios.
Mi principal principio primigenio -valga la "pri", pues de aliteraciones tenemos el mundo lleno- es la libertad, es la del derecho de elegir la forma de vivir mi vida. Esa vida que, por supuesto, no hay dios que me la amargue.

Tras este desahogo, agradezco tu visita y tu puntito de frase solidaria, aunque pelín discrepante.

Un abrazo

El huesped del Pimodán dijo...

Perdón por semejante anatema filológico: No es "la del derecho de" sino "el derecho de"

nathaniel dijo...

Con dos cojones.
No podemos luchar contra esa parte de la iglesia reaccionaria, que se lucra con la buena fe de la gente (o su ignorancia) y que tanto mal ha hecho, hace, y, lamentablemente, hará.
Yo les daría con la correa de un ventilador (y con ganas, además), pero de momento con no tachar su casilla en la declaración y no acudir por donde ellos andan es todo cuanto he hecho. ¿Crees que deberíamos organizarnos? :)

El huesped del Pimodán dijo...

Hay que ir a misa a decirles que no queremos ser de su club, que nos expulsen con deshonor o lo que quieran. Ya que no quieren borrarnos en el registro parroquial, que nos expulsen.
No se merecen miembros tan malévolos y rijosos como nosotros.

O mejor, que nos olviden, que no se preocupen por nuestras vidas, ya hacen bastante preocupándose de nuestras condenadas muertes.

Bien, Nathaniel; ya ves, voy de desahogo en desahogo. Pero mucho me temo que son más pesaos que las moscas. Ahora, que moriran ahogaos en mierda.

Anónimo dijo...

Fin de exámenes!!! ya era hora, eh...
Bueno, Fernando, voy a hacerte el comentario prometido sobre tu post:

Tienes razón. No puedo negarla, es cierto que es culpa de los cristianos de base tener una cúpula horrible, como lo sería en un partido político, en una asociación o en cualquier sistema piramidal donde la cúspide de pena. Este, actualmente, es el caso. Pero también te tengo que decir, dentro de tu razón, que los cristianos durante la historia han hecho ese ejercicio que pides ahora, las bases se han removido, ha habido escisiones y se han tirado las cúpulas abajo. No sé, quizá vuelva a pasar, o no. Muchos cristianos lo esperan, y muchos de ellos luchan para ello, aun siendo de base y culpable en tu visión -al menos yo conozco algunos-. Claro, los cambios no se hacen en un día, y supongo que en esta Iglesia mucho menos. Pero no creo que esté todo perdido, ¡sería una pena que la cosa terminase aquí o PEOR!

En fin, sin quitarte la razón, lo miro con un poco más de optimismo, aunque sea una pena pero penosa lo de estos días, meses, o ¡legistaltura!

En cuanto a lo que podéis hacer los agnosticos, ateos y demás latinismos varios, os recomiendo escuchar la COPE... :-)

El huesped del Pimodán dijo...

Muy bien, Charrabís, más vales llegar a tiempo..., se agradece.

No criticaré yo a los cristianos aquellos de las JOC, o a los de la teología de la libertad, ni a aquellos curas obreros que nos prestaban las iglesias. Crítico a esos que no pueden ser cristianos sin iglesia. Esto es, a quienes entre cristianismo e iglesia eligen iglesia.

Erasmo me caía mejor. Porque ¿para qué hace falta una iglesia? Respeto mucho a la gente que cree, en lo que sea, y se dedica a ser buena persona y solidario (lo de caritativo no lo comparto) En el caso de los cristianos no necesitan más para ganar su cielo ¿Dónde dijo otra cosa Jesucristo?

En referencia a tus recomendaciones, te recuerdo que los ateos somos malos, no tenemos paciencia ni mejillas que ofrecer. Además el masoquismo no es mi fuerte.

¡Ah, que te haya ido bien el examen! Este fin de semana a romper.

Elros dijo...

Oye, pues igual vas a tener razón y todo...

Si es que ya se sabe que ya nada es lo que era... ni siquiera yo defendiendo a la Iglesia...

Pero claro, es que a mí no me consultaron para poner a uno u otro Papa... ahora que no me pidan ser incondicional!

El huesped del Pimodán dijo...

Esa bipolaridad tuya llegará a consumirte.
¿Elros? ¿Antonio? ¿Antonio? ¿Elros?

Es lo mismo. Yo sabía que tú no eras como ellos.

Dentro de poco te admitiremos en el club de los políticamente incorrectos.
Mientras tanto, estudia.

Vanlat dijo...

¿Frase solidaria? Sí
¿Discrepante? Tan apenas.
Respetar a los que me respetan y a los que no. A los que se niegan a ver más allás, a los que no pueden, a los que ven otras cosas, diferentes formas de ser y mirar. Respetar para no ser lo que no quiero ser (aunque no siempre me resulte tan fácil como escribí aquel día)
Quejarse es un derecho y un deber, tal y como yo lo veo. Porque entendí tu queja escribí.
Porque el único camino que conozco es dejar que cada uno encuentre el suyo, porque me cansé de luchar por abrir ojos y sin arreglar nada.
La Iglesia es una institución y como todas las instituciones tiene sus vicios y no debería tenerlos, menos que ninguna; pero en una sociedad en la que prima el poder del dinero sobre todo y sobre todos yo sólo veo una línea de actuación para sus integrantes lógica.
Y todo se resume en que casi nadie lee la Biblia ya... (porque a ver quién tiene cojones para decirme que El Vaticano -estado- no es una ofensa a un Dios que predicaba la pobreza...)